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15 junio 2021

DE ANIMALES Y RECUERDOS

De animales y recuerdos

Supongo les ha pasado más de una vez, que cuando están buscando algo, encuentran de todo menos lo que están buscando. Objetos  que buscabas en otro momento o quizás objetos que creías casi olvidados y te hacen rememorar historias pasadas, las cuales hacen que te emociones y te quedes pensativo, olvidando lo que estabas buscando y haciéndote pasar, normalmente un buen momento.
Estaba buscando en el trastero en el desorden  que tengo montado  cuando encontré algunos viejos pero hermosos objetos por lo que significan.
Como un rascador del gato que tuvimos siempre tan cariñoso con nosotros, cuando se dice que son más individuales. Esperaba en la puerta de casa a que llegáramos para maullarnos un poco, tal vez quejándose de nuestra tardanza, para después ronroneo y rozarse con nuestras piernas y exigiendo nuestras caricias. Como todos lo haremos, el murió de viejo pero siempre quedará como un hermanito más.

También vi una silla de montar que me regalaron unos amigos, que tienen una finca especialmente para mi. Las risas que se echaron con solo intentar subir al caballo. Un pura sangre ni más ni menos. Pero fue espectacular una vez pude estar arriba, recorrer al paso y al trote toda la hermosa zona que tienen. Aunque creo que el caballo estaba más pendiente de mi, que no me cayera que del camino y de sus dueños que veían como le decía al animal despacio, despacio y ellos con un gesto lo hacían trotar.

Un espejo de un loro que tenían en la sala de espera de una clínica dental en la que trabaja una amiga. Aquel personaje era una atracción para pacientes y visitantes que sólo querían entrar para verlo y escuchar sus gracietas. 
A mí me decía “Se te saldrán los ojos" con la recepcionista, que vergüenza. Aunque la verdad un poco si, pero ella no decía nada. Tal vez era grosero por mi parte incluso intentando disimular, aunque no debí haber sido el único. A otro le decía “ya está aquí Waly" por acufir siempre en camisa de rayas. Un día la clínica perdió la esencia y la chispa que tenía, al llamar la central y decir que no podían seguir teniendo al animal. Lo tuvieron que llevar a una protectora animal y los enfermeros y algunos clientes nos quedamos con un detalle por su recuerdo.

Todo esto me lleva al último objeto pues está para mi relacionado con todos. Un vinilo de Roberto Carlos, en el que incluye la canción “El Progreso". Toda la letra puede ser actual hoy día. En cada estrofa termina diciendo “yo quisiera ser civilizado como los animales”. 
Que gran verdad, nosotros somos los Sapiens, ¿los sabios y ellos los qu no tienen sentimientos e idiotas? El idiota es el que piense o se crea eso. El progreso. En un chiste gráfico de mi profesor de ciencias, decía que después del Sapiens, tocaría el Homo contaminatus, que lo estamos siendo, el Homo radioactivus y el Homo a tomar por culus. Creo que no va desencaminado como siga así.

Por cierto encontré el equipo de buzo que buscaba. Nunca me atreví pero con mi nuevo amigo intentaré sumergirme en las profundidades del mar y vea algún delfín, y no, no son los payasos del mar, son bellos y majestuosos y tienen una inteligencia y un sonar y… bueno que me enrollo y tengo que llamarle y comer.
 Gracias a todos

FIN

LA VIDA CAMBIA

La vida cambia

Cantaba Mercedes Sosa en una antigua canción que cambia lo superficial y lo profundo, el modo de pensar, todo en el mundo.
No puedes ceñirte a nada, pues la vida no es todo en blanco o negro ni en color de rosa.
Puedes decir yo nunca me casaré y encontrar el amor de tu vida, o hacerlo y por causas de malas situaciones divorciarte y volverte a casar, por qué no, incluso más de una vez.
Se dice que el matrimonio es perfecto pero no lo es, todos discutimos alguna vez por mucho que queramos a nuestra pareja, sería muy aburrido creo yo. Ni el hombre manda, ni la mujer tampoco, así debería ser. Pero antes de pegar, aléjate. Y antes de matar primero matate tu y si consigues resucitar solo entonces igual puedes entregarte antes de asesinar a tu pareja diciendo que después de suicidarte por ganas de hacerle algo malo y resucitar sigues con esas ganas y que te detengan.

Se dice que los hijos son maravillosos, sobretodo sus primeros años de vida son parte de ti. Pero cuando van creciendo a veces te quieres desentender aparcandoles en la escuela dándote igual si aprenden o no, y por la tarde en clases extras de inglés o de música para que sigan aparcados todo el día.
Jugar con ellos y darles cariño. Una madre o un padre moriría por sus hijos, estén juntos la pareja o no porque los problemas conyugales no tienen culpa los hijos
Si no quieres tenerlos déjalos en adopción. Seguro hay padres que no pueden que están deseando.
También está el niño contrario que lo quiere todo y ata a sus padres de pies y manos pues si no les Dan lo que quieren les pueden denunciar o algo peor.
Tener hijos es maravilloso. Pero también es muy difícil del primer día al último.
Ríanse de mi. Pero por un día me gustaría sentir a un feto dentro de mi.

Se dice que no caerás enfermo o que tal enfermedad no existe, y cuando menos lo esperas cambia y le toca a un familiar o a ti mismo, en ocasiones acabando en muerte o casi peor con secuelas irreversibles de por vida.
Decimos que a nosotros no nos pasará pero no somos inmunes a nada ni a nadie y somos más frágiles de lo que pensamos. Hoy estás bien y mañana todo cambia y te atropellan en un descuido o lo pierdes todo en una mala acción que has tenido.

Cuando el corazón se te rompe por algún tipo de ruptura, deseas acabar con todo,  pero el destino te presenta a personas excelentes que te abrazan el alma, te escuchan y te atienden. Amigas, psicólogas, hermanas, musas y mucho más. Alguna de ellas todo junto, una amiga del alma, a la que rendirse casi a sus pies con un simple saludo, cuando te ha ayudado mucho tiempo y lo que pueda quedar.
Cuando crees saber cómo va a ir tu vida todo cambia y porque no, te toca la lotería o encuentras alguien que valga la pena en una soledad incierta. 

Cambia todo incluso tras la muerte, pues igual querías incineración y en el mundo de los vivos deciden encerrarte o al revés, tú pediste tu voluntad pero después no es tuya la decisión final.

Continuaba diciendo Mercedes :
“cambia el rumbo del caminante, aunque le haga daño y si todo cambia que yo cambie no es extraño" y es así. Cualquier acontecimiento nos puede cambiar totalmente. Y como nos cambia, mejor ir paso a paso con tranquilidad.

TRES EN UNO DE SUPERACIÓN PERSONAL

Tres en uno de superación personal

A estas alturas del siglo XXI todo está escrito, inventado o pensado. ¿Todo? No. Siempre se puede contar de otra forma más amena con ilustraciones si fuese necesario, para que llegue a más gente lo que se quiere escribir. Siempre se puede evolucionar un aparato o una idea para hacer que funcione mejor. Siempre puedes tener una nueva imagen en la cabeza para desarrollar.
Y de esto va mi idea para que mejore nuestra autoayuda, incluso para las personas que creen que todo les va bien y no necesitan nada, porque todos necesitamos una mano amiga a nuestro lado o sentir su abrazo, incluso en la distancia. O un beso de la pareja, que no de amor y automático con algo más, sino de esos que te hablan y te dicen que todo va a ir bien. 
Pero para eso debes ayudarte para que te ayuden. Ser mejor contigo mismo.
Yo no voy a mirar por ahí, para eso hay muchos, yo crearé mis historias y junten las para intentar mejorar.

¿Ganar es lo primero?
En una carrera mixta de atletismo Lucas, el veloz; Nerea la joven casada, que quería ganar algo ella para la casa; Idelfonso el novato que quería crecer puestos y Sebastián el invitado, que no quería pero le convencieron.
Sonó el disparo de salida y todos salieron perfectamente, yendo cada vez más rápido. Lucas empujó disimuladamente a Idelfonso cuando vió que le intentó adelantar. Mientras que Sebastián se paró a ayudar a Nerea que cayó por una torcedura, siendo su apoyo hasta la meta.
Idelfonso se acercó de nuevo a Lucas, que le echó una mirada que le terminó parando al pobre Idelfonso.
Lucas ganó, Idelfonso quedó segundo mientras que Sebastián y Nerea llegaron  juntos en tercer lugar.
El ganador fue Lucas pero para el público los ganadores fueron Sebastián y Nerea.

Mentiras y verdades
Dicen que las mentiras duelen pero hay verdades que mejor no contar o no saber, o esperar un tiempo adecuado para contarlas.
Tania era una chica curiosa, demasiado por descubrir la verdad de todo lo que le rodea e intentar investigar por su cuenta. Pero un día sabiendo, que los padres que le habían cuidado desde bebé, no era sus padres biológicos quiso investigar quienes eran. Y aunque sus padres adoptivos le decían que pertenecían a una banda de ladrones y asesinos ella no se los creyó y fue a buscarlos a pesar de la negativa de ellos.  Después de mucho investigar descubrió a sus padres biológicos robando en el banco de su calle, y aunque intentó decirles que era su hija, estos le dispararon, primero al aire, el segundo disparo fue a parar a la madre biológica que salió corriendo tras el primero. Los ladrones fueron detenidos con la ayuda del padre.
 Tania comprendió que los verdaderos padres son los que te crían y mejor no buscar riqueza en los biológicos, pues la verdadera riqueza de unos padres es que te amén de verdad. 
También supo que mejor no saber verdades que pueden doler aprendiendo a no mentir y también no contar según que a sus amigos.

De pasado futuro.
Ricardo era un ahorrador compulsivo y muy tacaño, apenas disfrutaba de su vida y de su gente. Siempre pensando en las llamadas vacas flacas y recordando lo mal que vivió de niño en una anterior crisis.
Un día se desprendió una teja de una casa cayéndole en la cabeza. No tenía testamento hecho, así que algunos familiares y amigos querían todas sus pertenencias y ahorros. Esto lo vió desde el cielo viendo que pocos amigos eran de verdad y sintiendo no haber disfrutado más de la vida y la gente, ayudar más y ahorrar menos.
Afortunadamente todo fue un sueño, del que aprendió mucho y empezó a ser más solidario, disfrutar de los buenos amigos confiando en los que confían en él y siendo una mejor persona.

Para terminar no quieras ser el mejor para ti, se mejor para todos los que te rodean.
No quieras descubrir toda la verdad y quédate con lo bueno de la gente, manteniendo distancia adecuada.
No te quedes en un buen pasado. No temas por el futuro que ya llegará. Y vive.
Tres ideas para ser mejor. Hay gente que estará contigo. Déjate ayudar y ayuda tu.

FIN

CAMBIO DE TURNO

Cambio de turno

En la oficina de una conocida marca de vehículos, (véase que no deseo inventarme una marca y no quiero citar ninguna porque no me pagan por la publicidad) estaban 4 trabajadores en el horario nocturno:
La telefonista Carmen, una bella mujer, aunque lo disimulaba recogiéndose el pelo, con el uniforme como los varones incluida la corbata y unas gafas grandes que le hacían más vieja de lo que era.
El ingeniero Sergio, un joven recién salido de la universidad con notas de matrícula. Siempre tan formal y correcto.
El mecánico Ramón, sobrino del jefe y con más años en el turno de noche.
Por último el guarda de seguridad Diego, que pasaba la mayor parte del tiempo vigilando las posibles entradas al edificio.

La empresa iba a quitar ese horario, despedir a dos trabajadores y a los otros dos cambiarlos al horario diurno con mejora de sueldo a cambio de una buena idea de un coche eléctrico.

Mientras que Carmen callaba aburrida pendiente del teléfono cada noche los otros dos discutían por quien se merecía el puesto:
-Sergio. A ver Ramón, los dos sabemos que vamos a ganar, tú el sobrino y yo el experto.
-Ramón. Tienes razón Sergio, además por el día ya tienen a una secretaria más bella que esta y joven y a un guarda de seguridad que parece un atleta. Estos van a la calle.
Los dos seguían discutiendo a pesar de verse ganadores y diseñando sus vehículos, cada noche escribían varios folios con todas las características e ideas.
Una noche Diego faltó a la oficina llamando y diciendo que se encontraba enfermo. Como nunca había faltado y siempre era puntual se extrañaron pero no le pidieron ni justificante ni nada. 
-Sergio. Hoy este nos falla y tenemos que crear nuestro prototipo y hacer nuestro proyecto. Nos tendrán que pagar el doble.
-Ramón. Si, para ti el doble. Que irás a la calle. Mi vehículo será mejor que el tuyo.
-Sergio. Eso ya lo veremos, pero me quedaré yo con la guardia también.
Carmen seguía callada y aburrida. A veces no podía evitar bostezar.
-Ramón. Mírala, tan fea ahí sentada al teléfono sin hacer nada. Esta va a la calle.
-Sergio. Y ese vigilante, será que no hay mejores.
En la última noche Diego tardó algo más en llegar.
-Ramón. Otra vez tarde Albert. Hoy no le perdono
-Sergio. Ni yo voy a hacer su trabajo. Si acaso te toca a ti.
Los dos peleaban de nuevo cuando el teléfono sonó. Carmen que se pegó un pequeño susto porque casi no se lo esperaba atendió.
-Carmen. ¿Dígame?
-Al habla Luis. Ponga el manos libres y llame a sus compañeros.
-Carmen. Si señor. Ramón, Sergio,, Diego, es el jefe.
-Ramón y Sergio. Pero, ¿ya?
-Luis. Como se habrán imaginado mañana quiero sus ideas para nuestro nuevo vehículo eléctrico. Los quiero ahí por la tarde a las cinco en punto.
-Los cuatro. ¿Mañana domingo?
-Luis. Por supuesto. ¿O queréis paralizar las funciones de los trabajadores de día? Vamos.
-Los cuatro. No, Señor. Ahí estaremos, Señor.
-Así me gusta. Pueden irse ya. Les espero.
-Sergio. Creí que teníamos una semana más.
-Ramón. Como no. El sobrino no tiene preparado su proyecto. Yo si y voy a ganar.

Al día siguiente los cuatro llegaron a la oficina de Luis.
-Luis. Y bien, ¿Dónde están sus proyectos?
-Diego. Yo no tengo nada Señor. Solo soy el vigilante y ya hay tres de día. Gracias por este tiempo.
-Luis. Eso lo decido yo, ¿queda claro?
-Carmen. Aquí está mi informe, Señor.
-Sergio. ¿Tu eres Carmen? Esa melena suelta. Esa blusa, esas gafas chicas, esa fallida. Estas.... bue, digo pre
-Luis. Silencio. Para ligoteos fuera de la empresa. Además Carmen está casada con Diego
-Ramón. ¿Con Diego? ¿El guarda debilucho y tontorrón?
-Luis. Que compañerismo es ese. Dadme vuestros informes y largaos de mi vista.

Después de inspeccionar los proyectos.
-Luis. (En sus pensamientos). Ramón no está mal y es mi sobrino. Muy buena idea, aunque un poco cara. Sergio, ha hecho unos diseños muy buenos y parece rentable y Carmen me dice que vaya a su casa. Esta quiere llorarme, pues no. Será despedida a no ser que se acueste conmigo con o sin marido.

Al día siguiente Carmen recibió al jefe con un bello atuendo.
-Luis. Si me vas a sobornar con tu cuerpo estás tardando.
-Carmen. Ya te puse que vinieras. Mi proyecto es este. Mi marido tiene una colección de vehículos en miniatura. Al principio lo vi como algo pasajero e infantil, pero después vi que tenían utilidad donde estoy.
-Luis. Si muy bonitos y ninguno de nuestra marca.
-Carmen. No ¿Pero cree normal que se les encienda las luces? ¿O que les suene el motor?
-Luis. Admito que es un buen  trabajo pero no tiene que ver lo que pedía.
-Carmen. Espera. Vayamos a ver mi coche.
-Luis. ¿Esa lata antigua
-Carmen. Diego ha estado mucho trabajando en él. Mire.
-Luis. Pero si parece otro. Y este enchufe de carga rápida, y está batería vegetal, y está placa solar. No me digas que? 
-Sí. Y se lo he enviado a la competencia todos los detalles. Por cierto , que se acueste con usted su suegra, pervertido.

Carmen y Diego fueron contratados por la competencia que subió en bolsa sus acciones  impulsando y vendiendo el nuevo vehículo. Carmen ya no volvió a vestir de hombre y a sentirse cómoda, mujer y respetada por sus nuevos compañeros con una oficina exclusiva para ella para ser ella la que recibiera las nuevas ideas y descartar las peores.
Diego amplió aún más su colección y fue el jefe de seguridad del nuevo concesionario.
Mientras que sólo Ramón fue contratado por su tío. No en el concesionario, sino en el bar que regentaba su hermano. Mientras que Sergio no pudo entregar su informe a ninguna empresa al no verlo viable y tuvo que trabajar de peón en la obra.
Luis por su parte al ver crecer tan rápidamente a su competidor, despidió a toda su plantilla con su indemnización pertinente y se jubiló de forma anticipada yéndose a vivir a su chalet de la playa y no queriendo saber más de coches comprándose una moto.

FIN.

DE TICS, DE TOCS, DE TIC TAC Y BLA BLA

De tics, de tocs, de tic tac y bla bla

El día seis de Junio a las seis de la tarde me llegó una extraña sin remitente. 
Yo tengo como buzón una ranura en la parte baja de la puerta principal y estaba sentado en el sofá del comedor justo enfrente. Me levante inmediatamente a querer saludar a la cartera pero no había nadie.
Abrí la carta y estaba escrita con letras de periódico y revistas pegadas una por una:
Ve a la calle Tetuán, primero C el jueves a las seis de la tarde. Espero que no faltes.
Otra vez, las seis de la tarde.
Llegó el día, comprobé que tenía mi documentación, salí y cerré la puerta echando el seguro, abriendolo y volviéndolo a cerrar. Llegué al lugar, toqué tres veces a la puerta y no me abrieron cuando parecía haber varias personas reunidas. Toqué al timbre y me abrieron.
-¿Qué sucede aquí? ¿A todos os ha llegado esto?
-Primero pasa, y no me toques. Soy Leo. Veo que tu tienes el original, nosotros tenemos lo mismo pero en copias. Tu has perdido las letras finales. Había que tocar el timbre después de tres golpes en la puerta.
-No sabía nada. ¿A qué o quien esperamos? Cerré, abrí y cerré la puerta y entré al salón. 
-Ya es casualidad que tocaras a la puerta tres veces y no dos o cuatro. Ya es casualidad calle Tetuán, primero C. TIC. ¿No os parece casualidad? Soy Gabriel.
-¿A ti si te puedo dar la mano? Soy Antonio.
-Gabriel. Sí, solo Leo no quiere contacto físico con nadie.
-Antonio. ¿Y a estos que les pasa?
-G.abriel Ese está obsesionado con el reloj. Mirando todo el tiempo o contándolo mentalmente si lo alejamos o le quitamos el suyo. Es  Carlos. Y esa chica mejor que no hable tartamudea muchísimo, es Támara.
-Gracias por reunirse todos. Mi nombre es Víctor. No saldréis de aquí hasta que no os creéis vuestro TIC y TOC.
-Antonio. Ah sí? En ese caso usted también se debe quedar. Tiene la biblioteca perfectamente ordenada por autores, y en esta estantería por fechas.
-Victor. Se llama órdenes, cosa que no tienen vuestras mentes y debéis quitaros.
-Gabriel. Sí, es mucha casualidad los libros ordenados, y si cambio los cubiertos de orden?
-Victor. Se llama protocolo de la mesa inculto.
Carlos se puso a escribir, dejando de mirar el reloj.
-Victor. Vaya uno menos.
-Gabriel. Oye respétanos o mira por el tuyo. No te acerques.
-Tamara. Tran, tran, tranquilo. Ya está bien que no te come nadie.
-Victor. Vaya otra menos y ahora escribe.
-Antonio. ¿Qué pasa tanto escribir? 
-Victor. Este lugar es curativo, deja de preguntar y escribe.
Abrí, cerré y abrí el cajón del escritorio, cogí un folio y un bolígrafo para mí y los demás los esparcí por el suelo.
-Victor. ¿Pero que haces? Recógelo.
-Antonio. Me has dicho que es curativo. Osea no es tuyo. A ti también te han mandado aquí. Yo voy a escribir. Mejor que lo hagas tú.
-Victor. ¿Qué dices? Yo tengo la mejor mente de esta habitación. Tendré que ordenar tu desorden.
-Antonio. Lo he tirado yo y lo recogeré cuando escribas tu también .
-Victor. Está bien. Pero después si no lo recoges te mató.
Al final todos escribimos, entró por la ventana una bola blanca de luz que nos pasó a todos por la cabeza y limpiando los folios y bolígrafos esparcidos.
-Soy Horus. Los primeros signos estáis curados.
-Antonio. ¿Como que curados?
-Horus. Tu Aries, Támara como Tauro, Gabriel como Géminis, Carlos como Cáncer, Leo como tal y Victor como Virgo. Los representantes de los primeros signos. En la próxima reunión serán los otros seis. Llevaros vuestra novela. Cuando salgáis no recordareis de nada y estaréis curados.
Terminamos de escribir y cuando cruzamos la puerta del portal nos trasladamos a nuestra casa. Esto lo se porque fui escribiendo todo lo que pasaba y recordaba.  Por fin no tengo que hacer las cosas tres veces.
Miré por la ventana y vi una estrella fugaz, que parecía subir, en vez de bajar.
FIN

DE LETRAS Y TELEVISIÓN

De letras y televisión 

Esto es una historia de ficción
con algo de realidad
que espero les pueda entretener
en la montaña o el mar.
No tiene ningún sentido
pero sale del corazón,
ni es mentira ni verdad
como podrán ver
aunque no vaya a rimar,
amigos una ve que hayan leído.

Todo empezó yendo a las oficinas centrales de mi empresa, en el asiento de atrás de un coche que había venido a recogerme. Me estaba sonando a los programas de televisión de “El Patrón espía", con lo que imaginaba una bronca de mi compañero que tuve durante la semana resultando que era el patrón y un necesitado premio y porque no, un ascenso.
En ese momento de imaginación el coche se detuvo, pero no sólo eso, se paró la gente en la calle y no movían un dedo, con lo que o se había parado el tiempo o estaba dormido. 
Miré hacia la otra ventana y ahí estaba conmigo, de la nada un joven vestido con bata blanca.
-Hola Sebastián, soy el Licenciado What.
-¿Qué? No será…
-Calla que hay copyright con ese nombre. El caso que quiero llevarte a diferentes zonas para que conozcas a unas personas.
-Que remedio tengo, de todas formas paraste el tiempo.
Entramos a lo que parecía un póster telefónico.
-¿Qué esperabas una cabina? Ya te dije que no soy ese.
La primera parada fue a un lugar natural donde había una mujer observando y escribiendo pequeños, raros pero bellos poemas de lo que veía . No hicimos más que saludarme cuando cambiamos de destino. Su nombre Sonia
Después en la “Cudad de las Telas y las Cuerdas” conocí a Conchi, una mujer que fotografiaba todo pero tenía algo en su interior triste.
Otra mujer, Merche, con su bandera republicana en una catedral en construcción.
 Otra más, (bueno estoy conociendo a bellas mujeres aunque sea por un instante), esta era Norma, en la ciudad sudamericana tocaya de la mezquita andaluza.
Otra más, esta tenía una gracia y un salero especial, en el barrio del Albaicín, no recuerdo o no quiero decir su nombre.
Cambié a hombres, conocí a un pastelero de nombre Adrián, a un cubano llamado Oscar y a un hombre vestido de metal.
Me dio todo vueltas y estaba de vuelta en el coche, ya en movimiento. Ya no estaba el Licenciado. Llegué a la empresa y allí estaba mi patrón. A ver cuanto me daba.
Solo un papel para firmar. Mi finiquito. Estaba despedido. Al salir de la empresa estaba en la puerta el Licenciado.
-Otra vez usted, me han despedido, ¿Son reales esos viajes? ¿Lo soñé?
Sólo me dió un sobre con un caballo azul pintado donde ponía:
Nuestra fuente acertó contigo y hemos decidido contratarte nosotros. Nos has conocido brevemente pero nos conocerás a fondo. Somos todos escritores y queremos que formes parte de nuestro grupo Broma cantada de nuevo. Estaremos encantados de tenerte entre nosotros y pagamos bien.
Al final me vino bien que me despidan, ocho nuevos amigos y un buen trabajo como escritor. ¿Qué más puedo pedir? Ahora no me tendré que levantar a las cuatro de la mañana.

Espero que les haya gustado,
O por lo menos que se hayan reído,
Un poco me ha costado,
Compañeros ¿se han reconocido?
Tal vez me podría recrear 
en cada uno un poco más
pero muy largo iba a resultar.
Gracias a todo lector,
va esto con mucho amor.
FIN

FATÍDICO NÚMERO 10

Fatídico día 10

Hay números que se marcan en la vida y en la memoria de la gente.
Unas veces son por superstición de la sociedad como el trece de la mala suerte o el siete de la buena. A veces intentando que sean al revés en juegos de azar.
Otras veces para bien y otras para mal. Bien sea por recuerdo de personas de familiares y amigos por su cumpleaños, el aniversario de bodas o por otro tipo de acontecimientos que quieres recordar o que no puedes olvidar. 

La historia que les relato es la que le ocurría a un chico con el número diez. Ese diez que todos querríamos en las notas finales y obtener la preciada matrícula, o los gimnastas y otros deportistas en una competición oficial. Una perfección que para muchos es imperfecta porque siempre puede ser superada.
Les cuento. Cuando el chico tenia nueve años se hizo amigo de una anciana a la que acompañaba en su casa durante unas horas cada día. La confianza hizo que la señora dejara la puerta de entrada abierta, pero aparentemente cerrada. Un día entró y la anciana no contestó a su saludo. El chico se acercó y comprobó que su corazón no latía. Esto pasó un día diez.
El año siguiente sólo jugaba con un compañero de clase , los dos aislados, sufriendo burlas de sus compañeros, un día faltó resultando que sus padres murieron en accidente de tráfico. En día diez.
El año siguiente su amigo y compañero, que volvió a coincidir en clase, para alegría de los dos, también tenían un mal curso pero mejor que e anterior sin tantas burlas, pero en el aniversario de sus padres se quitó la vida tirándose por un puente, no pudiendo soportar más su añoranza. El chico de la historia se volvió a quedar solo.
Otro año más, otra desgracia más, con doce años pierde a su abuela, a la única que tuvo. Los abuelos paternos y la abuela materna fallecieron con sus padres niños. ¿Saben cuando? Un día diez.
El siguiente año, en una visita familiar a su tío, el chico ya no tan niño, con trece años, pero con la envidia de los primos que tenían bisabuelos, le preguntó a su tío si le podía llamar abuelo. Este le dijo que si le hacía feliz. No murió ese día, porque era siete, sino a los tres días.
Pasaron años, ya parecía que aquello había desaparecido de su vida, pero… con veintiún años falleció su madre, si otra vez un día diez, solo un mes después de mudarse a la ciudad de su madre. Tal vez estaba ya muerta en vida, por su enfermedad del corazón, pero espero a vivir oficialmente en su ciudad natal para que se pararán sus latidos.
Tres años más tarde otro tío, el marido de la hermana de su madre.
Ocurrieron en meses distintos pero terminó odiando y a veces temiendo el día diez de algún mes. Casualidades o no ya cualquier cosa la achacaba a ese innombrable día. Porque el último trabajo de su hermano lo despidieron en ese día.
El primer choque con el coche de su padre, no pasó nada salvo que hubo que pagar los daños porque fue culpa suya ocurrió esa unidad seguida de un cero. Lamentablemente el arreglo no costó sólo diez sino mil. Al menos son otros dos ceros más.
Aunque para muchos ese número sea bueno para este chico no lo es tanto.
La historia de este chico es la mía.
¿Podemos borrar el día diez del calendario?
FIN

DE LETRAS Y RECUERDOS

De letras y recuerdos

Mi madre era una fiel compradora en la Asociación Círculo de Lectores y cada mes comprábamos mínimo un libro o una pequeña colección temática . Hoy día esos libros están regalados a la familia, la biblioteca municipal o al instituto y nos quedan pocos pero haré una selección de mis 5 libros:
1. “El corredor del laberinto” de James Dashner. Una tetralogía, de cuatro libros que me leí seguidos después de ver la primera parte en el cine. Como suele pasar mejor el libro que la peli, pero gracias a la peli me leí el libro.
2. “Infelix Dido" de Virgilio por la reina de la ciudad.
3. “La zapatera prodigiosa" de Federico García Lorca que me lo regalaron hace 22 años en el instituto y le tengo cariño
4. “El maestro del prado" de Javier Sierra recomendado por una muy buena amiga. Que yo también recomiendo leer.
5. “Gamberradas divinas” de Marie Phillips. Un libro que nos encontró a mi padre y a mí , más que encontrarlo nosotros, revuelto entre otros a muy bajo coste y por su título y portada llamó nuestra atención.
Este último libro mal tirado en la caja de las ofertas lo leí en menos de una semana sus tres cuentas dos páginas, (mi padre en tres días sin ser tampoco lector), sin gustarme leer, ya que desde el primer capítulo me atrapó . La mitología griega y romana me encanta y es la historia de los clásicos dioses en el mundo actual. Una historia de amor, comedia, algo picante y divertida que me veo reflejado por motivos diversos. 
En el instituto hacíamos obras de teatro con Amalia Quero, profesora de Latín y Carmen Rimas, profesora de Griego. Dos asignaturas que antes eran casi obligatorias y que se están perdiendo de la enseñanza por lo menos en secundaria y bachillerato. 
En algunas de estas obras hacíamos obras como “La Metamorfosis" de Ovidio donde representabamos a unas criadas, que a su vez interpretaban pequeñas tragedias para entretener a sus amas y algún que otro Dios.
Recuerdo haber sido la pared que separaban a los desgraciados amantes Píramo y Tíbe, al padre de Dafne en su lucha por alejarse de su amado Apolo o al mismísimo Dios griego de los vientos.
Un enamorado desde entonces de estos dioses, aún sin leer mucho de ellos pero teniéndolos muy presente. Los Campos Elíseos, que no los de París sino los del Paraíso de la mitología entre otros y viendo series sobre estos dioses como Xena y Hércules entre otras.
Hay un detalle en el libro que cambia su final con los dos amantes, en comparación con Píramo y Tisbe, que me gustaría muchísimo fuera real. Cuando él está dispuesto a bajar al infierno a recuperar a su amada y llevarla al mundo de los vivos.
Por desgracia no se puede hacer y mejor vivir con su recuerdo en el corazón y seguir la vida de la mejor forma posible.

Recuerdos de un pasado más antiguo . Recuerdos de un pasado más reciente, que a veces es más presente y querría tener en el futuro. 
Para mi un libro ameno muy poco valorado y respetado en su día por su bajo coste y como estaba revuelto entre otros más antiguos.  
No se si alguien como yo, que no es un lector habitual debería recomendar libros, pero cualquier motivo debe ser bueno para ello y cualquiera puede recomendar un libro, lea más o menos. No sean como yo, lean, cuanto más mejor porque cada libro es una mágica aventura. No sólo lean, adentrarse en el mundo que hay escrito viviendo la historia como propia. 
FIN

¿DERROTA O VICTORIA?

¿DERROTA O VICTORIA?

Se dice que del pasado hay que recordar las cosas buenas que te han pasado y olvidar, en la medida de lo posible todo lo malo que te haya pasado o al menos no obsesionarte con esos errores y aprender de ellos. 
Aunque en mi caso igual me persiguió un maleficio o eso creía. 

Todo empezó cuando la bolsa de trabajo, de profesor, de la Consejería de Educación, me convocó para ejercer en un instituto a cien kilómetros de mi casa.
Para no gastar mucho en carretera alquilé un pisito barato en las cercanías del pueblo de destino y los fines de semana volver a mi casa.
El pisito: una habitación, un comedor cocina y un cuarto de baño. Todo en apenas treinta metros cuadrados. Aunque me parecía suficiente. No podía aspirar a mucho más el alquiler y la hipoteca de mi casa.
Cuando quise acomodarme me di cuenta que el sistema de agua caliente estaba todo patas arriba. La ducha y el fregadero agua fría y el wc con agua caliente. Y el sofá del salón que me siento y me sale un muelle entre las piernas golpeándome la cabeza.
Todo perfecto me dijo el casero, el sofá tenia un pase pero el agua no. Al decírselo me dijo que lo arreglarían al día siguiente y que confiara, pues yo ya estaría en el insti.
Tenían una perra preciosa, pastor alemán, en el patio comunal pero siempre que me veia me labraba.
El primer día de clase me resbalé nada más entrar y me pegué un golpe contra el suelo de cabeza. Ya me pusieron mote los alumnos, el avestruz despistado, pues decían que tengo un cuello muy largo y que voy de cabeza al suelo, y porque me clavé la chincheta que pusieron en mi silla. Broma muy concurrida pero que siempre caigo al principio de curso, quizás por confianza en los alumnos.
Al escribir en la pizarra esta cayó dándome en el pie. Con lo que me pusieron también flamenco al no apoyar del todo en el suelo el pie.
Un primer día muy ajetreado y más que iba a ser cuando el jefe de estudios me tiró los tejos y lo rechacé de mala manera. 
Al salir del centro sufro dos pinchazos seguidos camino de mi pisito. La grúa me tardó dos horas en llegar.
Después al llegar al pisito vi que mi casero soluciono lo del agua y que me iba a hacer un descuento. 
El curso salió bien. Mejor de lo esperado y aunque no renové me esperará otro lugar, otro centro.
Con lo que ese primer día fue una derrota constructiva.
Agua fría en la ducha. Bueno, no es tan malo si aguantas como pingüino en remojo.
Agua caliente en el wc. Mejor eso que encontrarse una serpiente o una rata como se ha visto por ahí.
El muelle del sofá. Si ya lo veía destartalado. ¿Para que me siento? No te sientes . No toques.
El tropezón en clase. Me recuerda que hay que empezar con buen pie y con una sonrisa. Yo no sonreí pero hice sonreír a todos los alumnos que al final terminaron respetando.
El mote lo sigo conservando y la verdad, despistado no me lo quito yo en la vida.
Los pinchazos sirvieron  para arreglar ese tramo, pues no era ni el primero ni el último.
Un día que pudo ser una derrota pero que terminó siendo una victoria en el año. Y aunque no renové, voy variando cada año y creo seguiré en otro centro me llevo gratos recuerdos del día maldito.
 El jefe de estudios todo el año con piropos consiguió que tomáramos un café juntos.
Y aprendí que puedo vivir en 30 metros cuadrados pero que amo mi casa más que nunca.

Ustedes, queridos lectores dirán si es cómico o no lo que me pasó ese primer día. Para mi fue una tragedia de la que ahora me río mucho. 

LA MALDICIÓN DE LA CASA DE SEDA

La maldición de la casa de seda

Mi nombre es Humberto Nicolás Dúrcal y trabajaba en la inmobiliaria de un pueblo de unos quince mil habitantes. Digo trabajaba porque a pesar de tener un salario muy aceptable en comparación con los demás compañeros y llevar treinta años vendiendo casas a esta, y poblaciones cercanas, decidí cambiar de rumbo por lo que ocurrió en la última casa que vendí.
Era un hogar amplio y la planta baja se usaba como negocio familiar, una panadería, una guardería infantil y el último una tienda de ropa de seda.
No entendía que pasaba para que tres familias, en principio sin problemas económicos ni con el negocio dejaran no solo la casa sino que se alejaran con miedo. Tras la marcha de los últimos dueños fui yo mismo a comprobar todo el inmueble y cerrar bien el hogar, cambiando siempre de cerradura por precaución.
En principio todo se veía normal, solo me llamó la atención un detalle; que todos los relojes de pared en el salón, en la cocina y en las habitaciones, como el despertador estaban parados a la misma hora. Las 03:33 de la mañana. Esto último lo deduje por el despertador, el único digital entre todos los relojes analógicos de la casa.
Con  ese detalle me quise quedar a ver que pasaba a esa hora. Para aprovechar el tiempo llamé a los antiguos inquilinos; el panadero Darío , la profe Rocío y la modista Mercedes y todos me dijeron lo mismo, que no vuelva a vender la casa sin explicarme el porqué.
Pasaron las horas, me comí un bocadillo y unas manzanas y cuando encendí la luz del salón todas las bombillas explotaron, fui a la cocina y los tubos fluorescentes también se fundieron en el acto.
Menos mal que tenía una vieja linterna de mi abuelo que funcionaba a modo dinamo. Le dí varias vueltas para que se encendiera y bajé al local. Un escalofrío recorrió mi cuerpo.
El viejo horno de leña que usaba el panadero se encendió a mi paso,en la pizarra de la esquina ponía “Sal de aquí, Humberto", en un rincón una estantería se abrieron los cajones y los ovillos rodaron por el suelo soltando el hilo y escribiendo “vete de aquí YA”.
Subí corriendo y cerré la puerta al local interna, en la habitación quise reflexionar sobre si me lo estaba imaginando o de verdad ocurría algo en la casa, en el local o en ambos sitios. Miré mi reloj y era la una de la madrugada. Todavía quería saber que ocurría a esa hora así que quise esperar.
Me dormí, pero un fuerte estruendo de la ventana me despertó. Miré mi reloj y aunque todavía tenía pila para la pequeña lucecita que tiene se detuvo a las 03:33. De nuevo esa maldita hora. 
Allí entre los nervios vi que bolas de fuego venían hacia mi, los borradores me golpeaban la cabeza y tijeras también lo hacían por la empuñadura, menos mal que no era por la otra parte, aunque una si se me clavó en el hombro. 
Salí corriendo hacia la entrada principal pero estaba bloqueada, y cuando volví a ver el fuego, los borradores y las tijeras se me aparecieron lo que parecían ser tres espíritus que me dijeron que ya podía salir. Efectivamente la puerta se abrió y un taxista que pasó por la zona me ofreció llevarme al hospital gratis. Ni me acordaba de la tijeras en el hombro.
Cuando me curaron volví a llamar por la mañana a los antiguos propietarios pero me salía una señal que el número marcado no existía.  Salí del hospital confundido y pregunté a los compañeros y me dijeron que los tres profesionales murieron  y sus parejas se habían ido muy lejos de allí. 
Me extrañé porque había hablado con ellos el día anterior.
Volví a la casa y estaba demolida. 

No se que pasaba en la casa, pero por lo menos no se iba a volver a vender. Solo se que a mi me salvaron un panadero, una profe y una modista. 

UN MAIL CON DESTINO EXTRAÑO

Un e-mail con destino extraño
Soy un chico casi cuarentón, bonita y muy comentada edad con la crisis de los cuarenta o que ya no eres ni un viejo ni un joven. Te llaman vie-joven, (demasiado joven para ser un viejo y demasiado viejo para ser un joven) o para mi, con mi mentalidad actual yo me considero jo-viejo
Hace cuarenta años nadie podría imaginar la evolución digital y tecnológica que hemos sufrido y quien sabe si en otros cuarenta años podremos hacer cosas que pueden parecer imposibles hoy en día.
Con esta idea escribo este e-mail sin destino predeterminado, que se irá reenviando de forma automática cada día durante estos años a diferentes destinatarios, con la esperanza y la fe en que algún año llegue a su destino correcto. Mi más grande amor, que está en el cielo por una terrible enfermedad como es el cáncer, que espero que para entonces hayamos inventado la solución para erradicarla.
Podéis llamarme loco, alguno me querrá llevar al psiquiátrico por tomar esta medida. Quizás alguien me dirá que si creo en algo tan revolucionario debería escribir pidiendo algo para toda la humanidad, pero considero que por mucho que se mejore científica y tecnológicamente nosotros podremos destruirnos entre nosotros en cualquier momento o salvarnos de nuestra propia liquidación.
 Espero que mejoremos en ese aspecto y que haya más gente solidaria dispuesta a ayudar a otra gente. Por lo menos que respetemos a los locos que visionar un mundo mejor e intentan inventar algo para conseguirlo.
A toda esta gente solidaria va este correo. Aunque quizás sea solo un sueño. Pero siempre se ha dicho del cielo y del infierno, o incluso de la reencarnación.
Podría dirigirme a mi madre. Pero para pasar una eternidad, ¿que mejor que con la persona que más has amado?
Quien sabe, a lo mejor escribo este e-mail cuando mañana sufra un accidente y la vea o lo mismo pasan 50 años. O tal vez 80 porque hayan inventado una tecnología para vivir por más tiempo.
Dicho todo esto voy.


Mi querida y amada LF:
Quiero pensar que allí donde estás no sufres de cáncer y estás en plena salud disfrutando con tu yaya Marti con su pipa, siempre tan risueña o que le estás bailando a ella y los ángeles que te acompañan sin tener ni una mala palabra hacia ti.
Quiero pensar que me ves, que me amas y me esperas a que llegue contigo, si es que mi destino no es el infierno y que a pesar de todos los errores que cometa y cometer estás conmigo.
Quizás encuentre a la persona con la que comparta parte o la mayoría de la mitad de la vida que aún  me queda, pero quiero asegurarte que será mi compañera hasta el día que esté contigo. Pues podré amar de nuevo y sé que es lo que tu quieres pero nunca lo voy a hacer como lo hice contigo.
Esperame. Te quiero. Andrés 


La gente que me conoce o me conocerá sabrá que esta es mi historia, otros creerán que es fantasía. No pretendo cautivar a nadie. 
Si hay una posibilidad entre millones que llegue a su destino pues lo debo intentar.
 Gracias a todas las personas que me ayuden con esta petición. Solo desearles sean felices y vivan cada día en el presente

SERES VALIENTES

SERES VALIENTES Tenía un amigo que hacía honor a su nombre, se llamaba Valentín, y no, no se enamoraba ni enamoraba a nadie con facilidad, s...