Seguidores

09 septiembre 2021

RECUERDOS DE VIDA

Recuerdos de vida

(Nos situamos en un parque cualquiera de una pequeña ciudad, donde encontramos a dos hombres ya entrados en canas, sentados en un banco, dándole de comer a las palomas cañamones y yeros , como se hacía antaño. Estos hombres tendrán como setenta años…)
-Callese ya y déjenos a nosotros hablar. – dijo el señor Eustaquio.
(Amigo mío, solo pretendía poneros en situación)
-Pues ya está. Puede irse hasta el final. – dijo el otro, el señor Falopio.

-Ay viejo amigo Falopio, este parque como ha cambiado desde la primera vez que nos juntamos. Teníamos cuantos, ocho años?
-Más o menos Eustaquio, entonces le dábamos tres vueltas corriendo y no nos cansábamos, ahora a ver quien le da una andando. Éramos los más traviesos del colegio aunque le teníamos miedo al profe y ahora el profe tiene miedo de los padres. Porque éramos privilegiados de poder ir al colegio.
Cuando se cargában la espalda con quince kilos nuestros hijos y ahora van con un carrito.
Jugábamos con cualquier cosa en el suelo y ahora mis nietos solo juegan con los aparatos estos modernos.
-Falopio y ¿te acuerdas de aquellas chicas del Hospital, los uniformes que tenían?
-Eso es una película creo, Eustaquio, aunque si eran muy guapas. Ahora también aunque se les ha perdido el respeto.
-¿A ellas Falopio? A nosotros, a la policía, a los barrenderos, a todo. Lo que me gustaba ir a casa de mi abuelo Idelfonso a que me contará historias y ahora mis bisnietos vienen a pedirme dinero. Si no podemos, ya estamos en una residencia.   Mira ahí viene mi cuidadora.

-Vamos Eustaquio que es hora de las pastillas. 
-¿No me las puedes dar aquí con mi amigo Falopio? ¿Por donde iba? ¿Te acuerdas de cuando tuvimos que emigrar a Alemania para poder trabajar?
-Eso también es una peli, tu trabajabas de minero y yo de peón caminero en las carreteras. Ahora todo son autovías grandes y no caminos de tierra.
-Ahora la mayoría de las minas se han perdido Falopio y queda el recuerdo de las cabrían o la estatua del minero.

-Bueno ya está bien. Vayamos para adentro que es hora de la cena y después amanece muy cansado.
-Solo media horita más, esto no lo hacemos todos los días.
-Está bien, pero ni un minuto más.
-Falopio. Mañana vemos el programa de la tele tres. Ese de la rueda de premios. Es el único que permanece treinta años después.
-¿Te acuerdas Eustaquio que antes no veíamos más que un canal? Como cambia todo. Los dibujos eran hechos a mano y estaban mejor y ahora por ordenador muchos no están bien hechos. Y las pelis el aventurero del látigo, o el marciano chiquito. Eso sí eran pelis para los jóvenes.

-Venga. Para adentro los dos. Que ya habéis estado un buen rato. Os tomáis vuestra sopa de verduras y un yogur y a dormir.
-Un día que estamos fuera y ni así vienen a vernos los hijos y nietos. Decían que no querían entrar por el bicho y mira. (Dijeron ambos mientras se levantaban ayudado por si cuidadora)

(Otro día más en esta tranquila ciudad, nuestros mayores se van a las habitaciones de su residencia a cenar sopa de letras y un filete de panga)
-Que se calle ya. Usted no es Félix. (Dijeron ambos a la vez)
(Soy Denis, el narrador. ¿Cómo me escuchan?)
-Ya está bien de juegos. Ya llega tu cuidadora. Para adentro también Denis. 
(Ya en mi habitación me como el filete y la sopa. Cuando no puedo más, observo que me quedan 3 letras en la sopa: FIN)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

SERES VALIENTES

SERES VALIENTES Tenía un amigo que hacía honor a su nombre, se llamaba Valentín, y no, no se enamoraba ni enamoraba a nadie con facilidad, s...