Seguidores

09 noviembre 2022

LAS MAGNITUDES SON RELATIVAS

Hola queridos compañeros testudines reptilianos del cielo. Hoy me toca a mi hablaros de mi vida y el cómo llegué aquí.
Como vosotros, en este lugar no tengo los dolores que tenía ahí abajo.

He sido una tortuga doméstica desde que tengo memoria. 
Separado de mis hermanos, me compraro y pusieron en el patio interior de una casa que estaban reformando, viendo como se pasaba de dos patios pequeños a uno grande, de dos escaleras muy pendientes a una más larga y con menor ángulo de inclinación.

Mis dueños apenas quedaban en la que iba a ser su casa, con lo que mis dueños reales, en teoría, serían miembros de su familia mientras venían aquí o no. Todos me alimentaban con lechuga y me daban agua fresca para beber. Aunque mis dueños me daban otras hojas y tenían un cacharro que usaban como pequeña piscina para mi. Veía mi piscina y la apuntaba con la mirada, así ellos sabían que quería que la llenaran para mojar mis patitas. Era casi como hablar con ellos. Era feliz con ellos. Me hablaban. Me llamaban Popeye. También cuidaban a unas perdices que tenían en el habitáculo de al lado, en unas jaulas. Me sentía chula libre y ellas no, a veces me hubiera gustado poder liberarlas pero que va a hacer una tortuga.
El patio era grandioso, al menos para mí, igual tardaba diez minutos humanos en recorrerlo. Era feliz con mis dueños que me compraron.

Pero cuando no estaban aunque me cuidaban, solo con lechuga y agua, era muy triste, no me hablaban, no me miraban. A veces incluso me pisaban. Los niños pequeños son muy malos y no entienden, los padres no los vigilan. ¿Por qué tenían que golpear mi caparazón? ¿Por qué ponerme el dedo cerca de la boca? Daban ganas de morderles y no soy carnívora. Al menos, debía aguantar para que sus padres me siguieran dando de comer. Cuando llovía me protegía en un rincón debajo de una maceta, porque no miraban por mi.
Los niños me llamaban Ninja, ojalá hubiera sido como mis compañeras que salen por esa ventana mágica de imágenes en movimiento que llaman tele, porque ya no era solo darme golpecitos con la mano, a veces también me golpeaban con el pie. No sé cómo mi pobre caparazón aguantaba.

Lo que para los humanos es golpecito para mi eran muy fuertes.
Ví a mis dueños una última vez, otro mes o eso decían ellos, nuestro tiempo lo vivimos de forma diferente. Pero de nuevo feliz y llevandome a un médico de animales que después decía saber poco o nada, si no era perro o gato. ¿Nosotros no tenemos derecho? Que se llamen perrinario o gatinario. Algo me hacia, porque me reparaba el caparazón.

Un día a los niños le hablaron que las tortugas teníamos el caparazón duro para protegernos de un posible enemigo escondiéndonos dentro. Pero el dolor es muy relativo. No puedes comparar un humano que otro animal. Me empezaron a llamar Sansón porque empezaron a jugar al fútbol conmigo "unos minutos" decían, o quizá una pequeña eternidad. No sé cómo no me morí. Pero resistí.
Entonces supe que cada lechuga que me dieran los padres por poco que fuera podría ser la última y disfrutarla como si el último banquete se tratará.
Pocos días después esos niños decidieron cogerme, subirme a la terraza y diciendo que sobreviviría a la caída me tiraron al patio. Son solo tres metros decían, sería para vosotros, par mi igual eran treinta o más.

Así terminé mi corta vida. 5 años cuando dicen que podemos vivir entre 10 y 15 como mascotas. Después desde acá vi como mis dueños se mudaron definitivamente hasta la casa y estuvieron tristes por mi y cabreados con la familia un tiempo. No volvieron a comprar otra tortuga. 

Se que me guardan en el corazón y se que su hijo Si le llega mi historia la contará para que otros la lean.

El tiempo, las distancias, la vida no son lo mismo para cada animal. Ni siquiera para la misma especie. Las magnitudes todo depende del corazón y como lo veas por dentro. A pesar de momentos muy desagradables he tenido momentos muy buenos.

Me gustaría que si alguien puede escuchar esto comprendan que no importa tiempo, distancia, viejo o nuevo. Importa como te sientas e intentes disfrutar de cada situación el máximo tiempo posible.

 Muchas gracias.

FIN

No hay comentarios:

Publicar un comentario

SERES VALIENTES

SERES VALIENTES Tenía un amigo que hacía honor a su nombre, se llamaba Valentín, y no, no se enamoraba ni enamoraba a nadie con facilidad, s...