En mitad del bosque estás,
te admiro con deseo,
pero con preocupación,
pues triste te veo,
¿quizás una traición?
Lentamente me voy acercando
a darte tranquilidad,
despacito te estoy hablando
como amigo de verdad.
Ese ser no te merece,
mirándome tu sonrisa florece.
No hay comentarios:
Publicar un comentario