Fue todo casualidad
te descubrí
bailando en ese lugar
y me enamoré de ti.
Ya no podía parar
todos los días quería repetir,
y verte actuar.
Tu belleza se apoderó de mí
y me lo llegaste a notar.
Te acercaste con una sonrisa,
gracias por cada día venir,
el corazón latía más deprisa.
Me invitaste a pasear
por la orilla del mar,
a penas podía balbucear,
pero no quería pasar
y perder la oportunidad.
Nos fuimos conociendo
y creo también te gusté
el corazón fuerte latiendo,
me lancé y te besé.
Te quedaste paralizada,
quizás me sobrepasé,
con otro beso tuyo conté.
Me dijiste así mejor,
sin miedo y con todo el amor.
Así empezó la relación.
Abrazados dentro del mar
sin querer que fuera a acabar.
Un primer intenso día,
ya no estaríamos en Soledad,
estando en buena compañía,
amandonos la eternidad.
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