ARTE. Abelino, un tipo especial.
Abelino, era un viejo pintor que vivía en la ladera de un volcán, cada diseño era una obra de arte, aunque no le duró mucho ya que todo pasa de moda y pasó por varios oficios antes de jubilarse.
De niño era hijo de un vigilante de estación de ferrocarril viudo. Estaba enamorado de los trenes y cada vez que veía uno distinto lo dibujaba. También a su padre, aunque no le gustaba mucho que dedicara tanto a dibujar, porque perdía el control del tiempo y que le daba vergüenza que lo supieran los demás.
Un día se lo gritó a voces delante de todo el personal que salía y entraba de los vagones del tren hotel. Diciéndole que eso no es arte. Un hombre se acercó al niño y le dijo al padre que perdonara por entrometerse pero que esas no eran formas, le cogió el dibujo al hijo y vio un tren, con multitud de detalles, dejándole asombrado. Le preguntó al niño si quería ser pintor él le ayudaba y Avelino le dijo que sí. Entonces le preguntó al padre si podría llevárselo, que haría de él un gran pintor, que corría con todos los gastos de su manutención y le daba su dirección para cuando quisiera ir a verlo.
El padre de Avelino, aceptó y firmaron un acuerdo. Con esas condiciones adelante, pero el niño no tiene arte. Firmado un contrato se fueron los dos.
El hombre se llamaba Conrado, vivía encima de una tienda de coches, allí Abelino empezó a pintar los coches de todo tipo. Cada año que pasaba lo iba haciendo mejor y Conrado le iba proporcionando todos los materiales. Un día llevó sus dibujos y pinturas a un museo. Y quedaron muchos asombrados, cada pintura era como una fotografía. Su primer gran éxito y no sería el único, el museo seguiría cediendo un espacio para él, debido a sus obras.
Conrado, se enorgulleció, pero al mismo tiempo le daban celos. Hasta que empezó a cobrarle para recuperar el dinero invertido. Abelino cumplió los 18 años y con el dinero de su última exposición y la subasta de sus cuadros le dio parte a Conrado y se fue a vivir a una casa de campo a las afueras .
Su padre cuando se enteró de su éxito y de la casa que se compró quiso instalarse con él o al menos le diera algo. Abelino le pagó un pisito pequeño cerca de la estación a cambio que le dejara y se olvidara de él, ya que nunca creyó en su arte.
Aún así Abelino empezó a firmar sus cuadros con un pequeño paso a nivel, un coche y un tren, en homenaje a Conrado y a su padre.
Todo parecía ir a la perfección. Con Conrado se sacó sus estudios y cuando vivía independiente se sacó el carnet de conducir y se pagaba la carrera de derecho en la universidad. Pero empezaron las falsificaciones y el museo recibir menos visitas con sus obras, entonces empezó a buscarse nuevos oficios con los que subsistir…
Por su parte Conrado encontró a un aficionado escritor que le volvería a ayudar para ayudarse a sí mismo, porque ya no ganaba de sus obras y no cobraba demasiado en la tienda de coches, si no hacía ventas.
Arte. El arte no son únicamente las siete artes universales, sino que en cualquier oficio puedes realizarlo artísticamente o directamente ser un desastre. Veo ei arte incluso en la forma de educar y cuidar a un hijo. Abelino tenía mucho arte en lo que se proponía y como persona, su padre no lo fue buen padre pero si era muy bueno como vigilante y Conrado también buscando jóvenes talentos y sacando beneficio.
CONTINUARÁ…